INCLUSO PUEDO SER YO

No quiero triste mi espíritu, solo quiero recordar tiempos de alegría...el roce de unos labios, el jugueteo de unas lenguas, el pisar de las hojas de los árboles caidas, el latir del corazón que te da vida...no quiero ser protagonista de nada, solo luciernaga en la noche y libélula por el día. Encontrar y recordar los espacios en dónde hablabas, en donde encontraba tu mirada, el lugar idoneo en donde jugar y divertirse, despertarnos sin contar el tiempo en donde podamos soñar, con el objetivo único de conquistar sentimientos, de reirnos ambos y llorar sonrisas...aún cuando estés lejos, podré sentir tu silencio, evocar melodías y susurrar al oido. recorrer caminos y compartir vida...luces y anhelos de realidades, quiero que demos miedo a la soledad, retar a la alegría y confundirnos con el tiempo.

Recordar como eras el último Otoño, subida a las piedras, con el corazón en calma, sentir viajar tus ojos desde la distancia y acoger las hojas secas que giraban en tu alma.

Cuando las cosas andan mal, como a veces sucede, no abandones, cuando no consigas resultados, no te rindas, cuando quieras sonreir y solo puedas suspirar no decaigas.

Porque perdemos tanto tiempo, hablando de cualquier cosa, sin hablar de nosotros mismos, escuchemonos, no importa el que se atreva a hablar primero, lo importante no es tener sino tenernos.

Si lo más importante aun somos tu y yo, sin darnos cuenta se nos pasa el tiempo. Ahora que estamos solos quiero decirtelo, dejemos de lado todo, solo tú y yo, apaguemos la radio, el televisor, la música, cerremos los periódicos, las revistas los libros, que sean solo nuestras palabras las que se escuchen, las tuyas y las mias, hablandonos, comunicandonos...recuerda que así apareció todo entre nosotros.

DE NADA SE HA DE TEMER TANTO COMO DEL MIEDO MISMO

Franklin D. Roosevelt.