Cada día, mis ojos se emplazan sobre una posición más precisa, esa oscuridad que hace poco se hacía profusa y sin un objeto claro, definido.....
Esa mente superpoblada que llevaba mi "YO" hacia un abismo, que soplaba y pegaba como un martillo cósmico a mi pesadez desfigurada,que caía sin cesar sobre mi mente y agobiaba mi "sensatez", mi "raciocinio", mi "vida"...todo de una forma desigual, despojado de lo más elemental de mi ser, resignado solo a percibir, un profundo pero destilado ruido.
La vida no deja de ser más que un ir quemando preguntas, ir devorando palabras, pensamientos...un mordisco ocasional de las cosas exteriores, de los sobresaltos acechantes que incordían tu espíritu. La vida tiene un lugar en el alma, un alma alineada con las lagrimas, con un espacio irreal, con un espacio....que va adaptando posturas para incorporarse a una nueva realidad.
Es necesario que entendamos que la vida, no es más que una simple eventualidad y que podemos perderla. Son precisamente cuando en esos momentos que nos encontramos, en un estado de extrema conmoción, que creemos haber esclarecido la realidad, no habiendo hecho otra cosa, más que reconstruir con trozos del mundo "real" un rincón de uno mismo.
Es cuando crees que solo te haría falta una palabra,una palabrita sin importancia, que te haría ser "GRANDE", una palabra precisa, una palabra sutíl, una palabra que crees haber macerado en tu mente, pero una palabra que nunca llegará. Lo difícil es encontrar el lugar exacto para depositar esa palabra, precisamente en todo lo parecido con lo "real",está ese punto preciso por encontrar: la comunicación con uno mismo.
El verdadero dolor es sentir cómo se desplaza nuestro pensamiento en uno mismo, pero el pensamiento como sentimiento no debiera acarrear sufrimiento. Me aferro más que nunca a la "VIDA" por que en estos momentos lo que más me ocupa es:"VOLVERME A HACER".
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